sábado, 27 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
LA NEWCASTLE

LA NEWCASTLE
ALEXANDER VELASQUEZ ANGARITA 710208
MARLY JOHANNA ARIAS MARTINEZ 710207
PROFESORA
MIRIAN MEZA QUINTERO
UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS Y DEL AMBIENTE
PLAN DE ESTUDIOS DE ZOOTECNIA
OCAÑA
2012

OBJETIVO
Brindar informacion sobre la
enfermedad de Newcastle.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Newcastle
(ENC) es una de las enfermedades más importantes de las aves. El agente
etiológico es un virus ARN no segmentado, del género Avulavirus, subfamilia
Paramyxovirinae y familia
Paramyxoviridae. Es un agente altamente
contagioso, que afecta cerca de 250 especies de aves. La importancia económica de la enfermedad
radica en la disminución de la producción de los planteles avícolas afectados y
la alta tasa de mortalidad, teniendo en cuenta que las cepas virulentas
producen infecciones que pueden causar la muerte del 100% de las aves no vacunadas. Como medida de control de la enfermedad, por
su eficacia, se ha establecido la
vacunación rutinaria contra el virus de todas las aves comerciales. Sin embargo,
las aves de traspatio no son sometidas a este procedimiento por razones sociales
y económicas. Se ha descrito la aparente
resistencia de estas aves a la enfermedad, pero se reconoce que actúan como
importantes portadores y fuentes de infección para la avicultura comercial.
LA NEWCLASTLE
Es una
enfermedad altamente contagiosa que afecta a muchas especies de
aves domésticas y silvestres. Afecta más notoriamente a las aves de corral
debido a su alta susceptibilidad y a las posibilidades de impacto severo que
una epidemia causa en la industria avícola. Es endémica de
muchos países. La enfermedad de Newcastle fue descubierta en Newcastle upon Tyne, Inglaterra en
1926 (Doyle), pero también en esa época se encontraron cepas ligeramente
diferentes en otras partes del mundo. La exposición de los humanos a las aves
infectadas (por ejemplo en las plantas de procesamiento de pollo) pueden causar
suaves síntomas de conjuntivitis y
similares gripe, pero aparte de esto el virus NDV no implica riesgos
para la salud humana. Ha surgido interés en el uso de NDV como un agente
anticanceroso dada la habilidad del virus de matar selectivamente células tumorales humanas con toxicidad limitada para las células
normales. No existe un tratamiento contra el NDV, pero el uso de vacunas
profilácticas y medidas sanitarias reducen la probabilidad de brotes en los
criaderos de aves.
SÍNTOMAS
La severidad de los síntomas está relacionada con
el tipo de cepa actuante, dosis, estado inmune del ave, ruta de exposición,
presencia de otros agentes infecciosos y condiciones ambientales.
En los casos agudos se presenta mortalidad sin
otras manifestaciones clínicas. Cuando la enfermedad es causada por cepas
altamente patógenas, se observa disnea, tristeza, debilidad, postración y
muerte, la cual puede alcanzar 100%.
Aves que no mueren en la fase aguda, pueden
presentar diarrea verdosa, tortícolis, temblores musculares, parálisis de alas
y patas.
En la forma nerviosa, hay trastornos respiratorios
severos, seguidos por signos nerviosos, caída de la producción de huevos,
generalmente ausencia de cuadros gastrointestinales; la morbilidad puede
alcanzar 100%, con una mortalidad en aves jóvenes de hasta 90% y en adultos
50%.
En brotes de campo causados por cepas menos
patógenas, se pueden producir cuadros respiratorios, caída de la producción de
huevos, que puede durar varias semanas, mortalidad generalmente baja, excepto
en aves susceptibles muy jóvenes.




LESIONES
No existen lesiones características de la
enfermedad. La presencia y severidad de las mismas, están relacionadas con
diferentes factores.
Cuando el sistema respiratorio está afectado se
observan lesiones hemorrágicas y congestión de la tráquea con exudado mucoso,
aerosaculitis.
En aves de postura se observan óvulos flácidos y
degenerados, hemorragia y palidez de otros órganos reproductores y retención de
huevos en la cavidad abdominal
La presencia de lesiones hemorrágicas en el tracto
gastrointestinal, es un criterio que se ha empleado para diferenciar las cepas
velogénicas-viscerotrópicas de las neurotrópicas, y estas lesiones son
frecuentes en proventrículo, ciegos, cloaca, tonsilas cecales, y tracto intestinal.


TRANSMISION
Las aves pueden infectarse
de manera directa a traves del contacto con otras aves infectadas, material fecal, o a traves
de aerosoles a corta distancia; o de manera indirecta a traves del contacto con personas contaminadas, vehiculos,
equipo, insectos, y roedores.


SOBREVIVENCIA DEL VIRUS
El virus puede sobrevivir
por varias semanas en un ambiente
calido, humedo, e indefinidamente en material congelado. El virus se
destruye rapidamente por la deshidratacion y la luz solar, o por someterlo
durante 1 minuto al agua hirviendo.

REDUCCICN DE RIESGOS DE
INTRODUCIR ENC
Para reducir el riesgo de
introducir la EN a una granja, mantenga una barrera de bioseguridad (barrera fisica, higiene del personal, e
higiene del equipo) entre aves silvestres, granjas avicolas, otras operaciones
avicolas comerciales, y aves mascotas. Algunos ejemplos de buenas practicas de
bioseguridad incluyen:
·
Permita unicamente trabajadores y vehiculos
esenciales en la granja.
·
Provea
ropa limpia y procedimientos de
desinfeccion para empleados y visitantes.
·
Limpie y desinfecte 10s vehiculos en la
entrada de la granja Trate en lo posible
de no visitar otras granjas.
·
No mantenga aves mascotas o emplee
trabajadores que las tengan.
·
Proteja la granja de exponerla a aves
silvestres.
·
Controle el movimiento asociado con el descarte de aves muertas, cama y estiercol.
·
Aplique la cuarentena a nuevas aves que
lleguen a la granja.
·
Nunca permita que personas o material se t&laden de la section de aves en cuarentena a la granja.
TRATAMIENTO
Una vez diagnosticada, el veterinario pondrá en
cuarentena a las aves infectadas y podrá realizarles la eutanasia ya que no hay
tratamiento ni cura para la enfermedad. Además, todo caso sospechoso de la
enfermedad de Newcastle tiene que ser reportado a las autoridades ya que la
infección se disemina rápidamente en las aves de corral domésticas y esta es
mortal.

El virus no es evidenciado cuando las aves son
vacunadas y puestas en cuarentena. Por consiguiente, las aves nuevas importadas
a los Estados Unidos tienen prohibido estar vacunadas.
LA BIOSEGURIDAD
Independientemente
de las vacunas que se utilicen, la bioseguridad sigue teniendo importancia
vital si se desea controlar la enfermedad de Newcastle y si se quiere prevenir
las importantes pérdidas que causa.
Por lo
cual, se debe restringir la movilización de aves, equipo y herramientas de una
granja a otra. Además, es necesario proporcionar ropa y calzado limpios a
quienes visiten las granjas avícolas, debiendo ducharse tanto al entrar como al
salir. Las cuadrillas de vacunadores no podrán entrar a una granja avícola si
han estado en otra dentro de las 24 horas anteriores.
Siempre
que sea posible, las llantas y toda la parte inferior de los vehículos que
ingresen a los terrenos de la granja se deberán lavar y desinfectar.
La
adopción de un sistema de manejo “todo dentro–todo fuera”, en el que las naves
avícolas se laven y desinfecten, y además se cambie la cama entre parvadas,
puede ayudar a prevenir y controlar la enfermedad de Newcastle. Las personas
que vuelven a emplear la cama usada solo estarán reciclando al virus, por lo
que la desinfección sola resulta inadecuada.
No se
debe ingresar aves nuevas a la parvada a menos que se conozca su estado de
salud. Entre tanto, es necesario proteger a las parvadas contra las aves
silvestres, pues pueden ser portadoras del virus.
Las vacunas recombinantes contra la enfermedad de
Newcastle no causan efectos colaterales, no interfieren con otras vacunas
respiratorias ni se diseminan en el campo.
Además,
es necesario prestar mucha atención al estado general de salud de las parvadas,
particularmente con respecto a enfermedades respiratorias. Por ejemplo, las
aves con bronquitis infecciosa son más susceptibles a los embates de la
enfermedad de Newcastle.
La
prevención y el control de la enfermedad de Newcastle requieren mucho trabajo,
pero las pérdidas ocasionadas por el virus velogénico de esta enfermedad pueden
ser mucho más costosas.
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